Hace un siglo se desataba uno de
los conflictos bélicos que arrojaría millones de víctimas, pero provocaría una
suerte de división del mundo que también comprendió al mundo árabe. Hace un
siglo la guerra se desató a consecuencia del asesinato del archiduque Francisco
Fernando; hoy en la Franja de
Gaza el nuevo enfrentamiento bélico responde al secuestro de tres jóvenes
israelíes. Visto en perspectiva, ambos hechos históricos detonaron a
partir de excusas.
Pero la realidad actual de
Oriente Medio indica que entre los componentes
de la crisis responden a elementos propios de cada región y que supera al mero enfrentamiento entre Israel y los Palestinos de la Franja
de Gaza problemática que también tiene un fuerte ingrediente interno.
En el enfrentamiento de la Franja
de Gaza existe un mar profundo con muchísima historia y que se remonta
a miles de años. Pero esa historia reciente, también tiene que ver con los
intereses de otros países, como Estados Unidos y sus aliados europeos. Sin
embargo, existen otras naciones interesadas en intervenir: Egipto, Qatar y Turquía,
nombres que se repiten en el inicio de la I Guerra Mundial.
En realidad el actual mapa de
Oriente Medio es engañoso como el que se trazó a partir de 1916 gracias a un
pacto secreto entre ingleses y franceses. Inclusive quienes hoy siguen de cerca
el conflicto se preguntan en voz alta si Europa no está preparando nuevos
acuerdos como hace 98 años atrás. El temor está alimentado a partir de un hecho
que no es casual: las fronteras que figuran en los mapas son engañosas. Un
ejemplo, la que existía hace dos años entre Siria e Irak, ya no
está. Similar situación se registra en la zona fronteriza sirio libanesa.
Los estudiosos de la geopolítica
afirman que ya no hay fronteras en Irak, Siria Líbano, Turquía, Yemen,
inclusive no figura en los mapas la existencia de un Estado de facto Kurdo denominado: Gobierno Regional del Kurdistán (KRG), ubicado en la zona norte de Irak. La realidad de la región habla de
que el Medio Oriente carece de
fronteras, en el concepto geopolítico occidental actual. Inclusive se afirma
que a corto plazo estallará el conflicto el cual estallará pero con componentes
sectarios, tal como se observa en la actualidad. Inclusive ya se habla de una nueva
división política de Medio Oriente.
Pese al despliegue de fuerzas
norteamericanas en Irak, este país no está totalmente dominado por los Estados
Unidos, más bien el panorama se complica aún más al país del norte
porque en la actualidad, Irak no está sola sino que cuenta
con el apoyo de Irán pero dentro del panorama, también se encuentran elementos internos
como insurgentes del Estado Islámico de
Irak y el Levante
Lo grave de la situación es que
naciones del mundo árabe que hasta hoy no participan de los enfrentamientos,
están aumentando sus gastos en armamentos. Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos,
Catar o Qatar aumentaron sus importaciones de armamentos de diferente
tipo. El primero de ellos tiene proyectado invertir 60 mil millones de dólares
en armamentos de última generación, mientras que el último dispone de un
presupuesto de 24 mil millones en el mismo sentido. Pero lo que llama la
atención es que Irak se está aprovisionando con Corea del Sur.
Para quienes piensen que la
situación en Medio Oriente se soluciona a partir de un proceso de paz a partir
de un gobierno de unidad palestino o reforzar el concepto de Estado en los
restantes países, están equivocados tal vez porque su enfoque es puramente
occidental. Aún más si consideran a Estados Unidos como garante de paz.
Analizar la realidad de Medio
Oriente, demanda tener presentes cuestiones tales como: las confrontaciones de líderes regionales; la carrera armamentista
desatada en países que hasta el presente no forman parte del conflicto y el
aislacionismo de los Estados Unidos. A estos ingredientes hay que sumarle las potenciales fronteras de sangre:
Irak, Siria, el Líbano, Libia, Somalia, Sudán e Irán.
Lo real es que las “grandes
potencias” buscan desestabilizar la región para así debilitarla y dominarla,
aprovechando las “divisiones confesionales”, poniendo punto final a la “primavera
árabe” por en el hoy árabe, repúblicas y monarquías árabes carecen de
significado, a lo que suma las debilidades que se registran en los segmentos de
terratenientes y clase media de Egipto, Irak o Siria que en
definitiva, impidieron la creación de espacios políticos autónomos.
Mientras las
balas zumban de un lado a otro, hay un juego perverso a partir del quien
manejará el petróleo árabe a partir de la toma del poder y el principal
candidato es el grupo yihadista que entre sus planes tiene
el dominar, en cinco años, una vasta región del mundo que comprende a todo el
mundo árabe, más centro y norte de África, extendiéndose el dominio desde el
Atlántico hasta el Pacífico. Detrás de este “magnifico”
plan, se encuentra la “sombra” de los Estados Unidos que en la actualidad,
apoya al Estado Islámico. Todo tiene que ver con todo, porque es una forma de “contener"
al incipiente poderío de los BRICS.
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