domingo, 20 de julio de 2014

SE BUSCAN PROPUESTAS



El justicialismo, cada vez que fue gobierno, se distinguió por su fuerte política asistencialista que le valió duras críticas desde la oposición política del momento. Cuando surge el peronismo, fueron los conservadores, luego llegaron los radicales y hoy está centrado en un mix de radicales – liberales, corriente que sostuvo la estructura política de la UCD, los que criticaron tales planes de ayuda asistencial. El modelo K pone su acento en la política de la inclusión.

Sin embargo, la oposición política a la hora de ser gobierno se distinguió por anular los planes asistenciales, en su gran mayoría porque las “grandes conquistas”, jamás pudieron ser anuladas. Son los casos de la “ayuda escolar”, del “salario anual complementario”, la existencia del “sindicalismo”, las “paritarias”; aunque sí pudieron desarmar todo lo relacionado a “becas universitarias”, “créditos con garantía hipotecaria”, “jubilaciones”, junto a los planes de salud pública; aunque se debe reconocer que subsistieron los programas de “vacunación obligatoria”, que no eran gratuitos y las obras sociales se esforzaban por no cubrirlos y si así sucedía, la cobertura se inclinaba por la “aplicación más económica”. 

Este es el panorama que se reproduce en la mente de los más memoriosos, frente a la finalización de un mandato presidencial que se contrasta con el perfil de los hoy candidatos presidenciales, que del total de los lanzados a la fecha, muy pocos ofrecen la silueta de un verdadero sucesor tanto de Cristina como de Néstor Kirchner, creadores del modelo hoy vigente: un fuerte asistencialismo social, para neutralizar el accionar del crimen organizado.

El asistencialismo kirchnerista pone especial énfasis en la política de la inclusión social cuyo principal objetivo es evitar que la estructura societaria más débil de la Argentina ingrese al mundo del delito o tome al delito como vía de sustento diario. Este es el campo fértil que interesa al narcotráfico como al crimen organizado para instalar esquemas que le permitan concretar sus fines. Recientemente, una mujer que se dedicaba al tráfico de drogas, en la provincia de Río Negro reconoció en forma pública que había días que recaudaba medio millón de pesos, en la venta de estupefacientes. 

Existen otros puntos menos riesgosos, que no dejan de ser peligrosos, como la de cumplir la función de presta nombres, una actividad que no paga mucho pero es muy requerida en los procesos de blanqueo o lavado de dinero, proveniente de la evasión, la droga, la trata, el robo, el terrorismo, entre otras actividades. La Argentina tiene claros ejemplos de presta nombres en esquemas donde el lavado de divisas proviene desde empresas o sectores amigos al gobierno de turno. Una serie de crímenes ocurridos en los últimos años, demuestran la existencia de bandas organizadas que ante el menor desliz, efectúan sangrientos ajustes de cuenta.

Tal estructura se va conformando en el día a día con pequeñas acciones, tales como el no contar con documento de identidad, carecer de antecedentes laborales, encontrarse fuera de las coberturas de salud a lo que se sumaba una educación ausente. A este poderoso caldo de cultivo se buscó neutralizar a partir de precisas políticas asistenciales.

El Salario Universal Por Hijo

Dentro de los 58 planes asistenciales que instrumento el Gobierno Nacional desde el 2003 a la fecha, el Salario Universal Por Hijo fue el caballito de batalla por antonomasia. Y esto es así, porque de la estructura del plan fue la madre de donde nacieron los restantes. 

- Registro de los Nacimientos

- Actualización de los documentos de identidad, de acuerdo a los plazos fijados por la ley

- Cumplimiento del Plan Nacional de Vacunación tanto para recién nacidos como para adultos

- Seguimiento de los estudios tanto primarios como de nivel medo

A diferencia de planes anteriores en los cuales, la suma de dinero a percibir estaba estrechamente relacionada con la cantidad de hijos, el nuevo plan ponía énfasis en este detalle. Existía una suma fija por hijo, pero se iba liquidando una proporcionalidad del monto a pagar, de acuerdo a la cantidad de niños y en la medida que los padres cumplían con los planes de vacunación, de escolaridad y de identidad. Cumplimentado todos los requisitos, se liquidaba el resto del dinero acumulado.

Este plan significó sacar de la calle a muchos menores de edad, mano de obra barata y óptima para el delito organizado, pero no alcanzó pese a instrumentarse en los establecimientos educacionales sistemas de comedores escolares o merenderos. Pero el conjunto de planes rindió un alto efecto inicial, que con el correr del tiempo y ante el no cumplimiento de pautas preestablecidas por parte de los beneficiarios, fueron perdiendo fuerza.

Para colmo de males, los programas de construcción de hogares destinados a cubrir o paliar en parte la ausencia de viviendas, fracasó porque la estructura organizativa que llevaba a cabo el programa, actuó con liviandad al momento de concretar la edificación de viviendas. Un tema que hoy está en manos de la justicia.

¿Cuál será la herramienta superadora?

Si los 58 planes sociales instrumentados durante la “década K” fueron un fracaso, a la luz del pensamiento de los sectores opositores al Gobierno Nacional, cabe preguntar ¿cuál será la herramienta superadora?.

Y es en este punto donde el electorado en general, no está escuchando las voces de aquellos que sucederán al “modelo”, porque podrá presentar un sinnúmero de falencias la política actual, demanda una fuerte corrección para evitar que todo se desmadre una vez más. La inclusión es una avenida de doble mano: una que lleva a la inclusión, que es el sector fuera de sistema y la otra vía, es la que presenta a la inclusión y sus normas a cumplir. 



La oposición política, ¿por qué vía se inclina? Se observa un silencio que puede ser peligroso en el corto plazo. ¿Le importa a la oposición política que todo se desmadre? En ese caso, ¿quién gana?

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