Mañana comienza el tercero y último cuatrimestre del 2014 con un setiembre que por la agenda oficial que se observa, promete
convertirse en un mes crítico para la
economía local y para las aspiraciones del gobierno nacional, el cual teme,
y mucho, un estallido social. Es que el 9 de setiembre, el juez
Griesa fijó la fecha de una nueva audiencia y solamente el juez sabe el
temario a debatirse. No es casualidad
que sea un día antes, habida cuenta
que en el plano internacional el 10 se
setiembre se convertirá en un día bisagra
para muchos países, no solamente para Argentina.
Pero para la realidad argentina de todos los días, será más que bisagra sino también trascendente. Es que
junto a lo determinado por la Asociación Internacional de Mercados de
Capitales (ICMA) de introducir significativos cambios en sus reglas de
juego, en el sentido que una grupo
minoritario de acreedores, no bloquee acuerdos de reestructuración de deuda
soberana, evitando así, nuevos casos similares a los que hoy sufre la Argentina, hay una movida internacional que puede significar un duro golpe tanto a los fondos buitres como para el prestigio de la justicia norteamericana. Es bueno retomar lo dicho en la primera parte: la resolución de la Asociación Internacional.
En este punto es bueno realizar una precisión a los efectos de no
distorsionar lo dictado por la ICMA.
Este organismo, que reúne a unos 460
miembros de todo el mundo, entre los que se encuentran representantes de los
principales bancos, así también como de emisores de deuda del mundo,
introdujo dos nuevos términos que no son
retroactivos, sino que fijan reglas para el futuro. Se trata de las “cláusulas de acción colectiva” (CAC) y la
“pari-passu”, en ellas se establece que los cambios (en el proceso de cancelación
de deuda) aceptados por una mayoría, sean legalmente
vinculantes para todos.
Es criterio formado de los juristas vinculados con la ICMA que en el mundo ya no hay lugar
para casos como el que sufre nuestro país y que parte de tales sufrimientos, responden a la ausencia de
reglas claras y de las ambigüedades que surgen a la
hora de firmar los contratos, muchos de los cuales, se labran bajo una fuerte presión de los acreedores. La organización es un organismo regulador con
sede en Zúrich y su resolución tiene alcance global.
A esta suerte de primer éxito
en el orden internacional por parte de Argentina, se suma el apoyo del Grupo
77 + China en el sentido de impulsar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas la Convención Multilateral para la
Reestructuración de Deudas Soberanas y en este caso, Argentina no
está sola, sino que el proyecto cuenta con el voto positivo de 130 países. Las deliberaciones se
concretarán el 10 se Setiembre, un día después de la audiencia
convocada por el juez norteamericano y de contar con una votación positiva, antes de fin de año la Asamblea General deberá debatirla en
forma definitiva.
Paralelamente la Argentina,
por vía de su ministro de Economía inició urgentes tratativas con sus pares de Brasil
y China con el fin de solicitar, en el primero de ellos, un acuerdo por
un swap de 2 mil millones de dólares
y, en el segundo, acelerar los desembolsos de inversiones chinas en el país
que, debido al default hoy se
encuentran un poco retrasadas. Estas dos variables son las que preocupan a los fondos buitres porque olfatean billetes cantantes y sonantes y
quieren hacerse de ellos. No en vano, el juez norteamericano solicitó mayores
precisiones a bancos de China por las
inversiones concretadas en el país y quiere profundizar el alcance de los logros obtenidos por estas tierras.
En el plano interno la situación no es tan tranquila como en la externa, lo cual no quiere decir que esta
última sea calma. A todas luces el aire de la economía se está enrareciendo a
partir de ir conociéndose algunos indicadores que arrojan números pocos alentadores. La
negatividad de dichos parámetros debe ser analizada desde lo negativo y el poco crecimiento de acuerdo a cada sector. La producción industrial reconoció una retracción del 1%, mientras que
la construcción retrocedió 2%, ambas
mediciones para el mes de julio último pasado, datos suministrados por el
propio organismo oficial, el INDEC. Mientras
tanto los despido ya suman 400 mil trabajadores y de acuerdo a sondeos
efectuados entre empresas de primera línea, momentáneamente sus oficinas de personal se aferran al concepto cargo vacante, no se cubre salvo casos de extrema necesidad.
Desde el punto de vista recaudatorio, la AFIP pondrá atención a los monotributistas
habida cuenta que es el último mes del año en el que las personas adheridas al
sistema, deben actualizar su categoría de revista. En este aspecto, el ente
recaudador pondrá la mira en los consumos eléctricos, alquileres, compras y
superficie cubierta destinada al emprendimiento. A partir de esta combinación
de factores, el ente recaudador podrá –de hecho- disponer la recategorización de los contribuyentes. Pero
en cuanto a la presión fiscal existe
un segundo elemento que preocupa: el impuesto a Bienes Personales que,
como Ganancias,
se lo aplica a partir de un mínimo no imponible que, dado el
carácter del gobierno, no fue actualizado por lo que un contribuyente que tenga
un balcón
terraza de más, puede quedar
comprendido en él.
Pero a diferencia del año 2001, dentro de los componentes de la realidad argentina se observa la
presencia cada vez más preponderante de la inseguridad,
un flagelo que encuentra al gobierno nacional envuelto en una –si se permite-
suerte de discusión ideológica. Están
aquellos que aspiran a un endurecimiento de las penas y el levantamiento o
anulación de la “libertad condicional”,
mientras que desde el seno del poder se levanta el discurso de la reducción de
penas, porque afirman –aun no lo hacen público- que el delito puede ser considerado como una suerte de protesta social.
La modificación del Código Penal ya se encuentra en el seno del Congreso
de la Nación –lo mismo sucede con el Código Civil y Comercial-
para ser debatido y la mayoría de los especialistas son de la creencia que en
el presente año será sancionado. El eje central de la reforma pasa por una sustancial reforma de los años que un condenado puede estar en una cárcel y baraja diferentes alternativas de utilización. Por un acuerdo con el papa Francisco no se incorporó -en el "primer borrador" estaba incorporada- la despenalización del aborto.
Del análisis del escenario, tanto nacional como internacional, Setiembre
es un mes crítico pero al mismo tiempo puede convertirse en bisagra
brindándole al gobierno nacional una importante cuota de aire político para hacer
frente a la realidad cotidiana. Queda por definir el rol que jugará la
oposición política que, en la cuestión de los fondos buitres -cambio del lugar de pago- careció de ideas y se limitó a oponerse o
abstenerse. En diciembre del 2015 hay cambio de gobierno y en ese proceso Cristina
Fernández no formará parte de la grilla de presidenciables y aquí llega
la pregunta de rigor: ¿Qué candidato –cualquiera sea el partido o
alianza- está en condiciones de llevar adelante este proceso? Esta es la “bisagra” que todos temen:
carecer de ideas y de fuerza para sustituir una figura ¿emblemática? Setiembre,
lo dirá.